En 7 sílabas: co-rres-pon-sa-bi-li-dad

Decálogo corresponsabilidad

¡No te compliques! Corresponsabilízate y corresponsabiliza, tú no eres la única persona responsable de pensar, planear, prever, organizar y realizar todas, todísimas, las tareas del hogar y los cuidados y crianza de las personas dependientes que conviven contigo, y sobre todo, si eres mujer y madre, lo de “sus labores” en la casilla de trabajo ya forma parte de la historia más oscura de nuestro país.

Adiós, ya pasó, ¡olvídalo! Lo más probable es que te siga ronroneando en el cerebro, aun sin llamarlo así. Pero no, la casa no es la labor exclusiva de las mujeres, es responsabilidad de todas las personas adultas que viven en ese espacio.

El hogar, salvo si vives sola, o solo, es una labor de equipo. No tienes “suerte” si te “ayudan”.

Hace unas semanas, a los pocos días de decretarse el confinamiento, incluimos una entrada en nuestro blog sobre este peliagudo tema y es que, como está comprobado, cualquier crisis, sea del tipo que sea, siempre agrava y sobrecarga las tareas asignadas por inercia a las mujeres. En esa entrada adjuntamos una encuesta sobre el tema. La encuesta de corresponsabilidad con la que nos planteamos analizar, sin pretensiones científicas, por supuesto, cómo se estaban organizando las familias recluidas en sus hogares para sacar adelante el trabajo diario de limpieza, alimentación y cuidados.

A pesar de no aspirar a realizar ningún sesudo estudio sobre el tema, cerca de mil personas respondieron a nuestras preguntas, así que, no está nada mal la muestra de partida para hacernos una idea de lo que está pasando en los hogares.

¿Hogar coresponsable?

Ya intuíamos que la balanza estaría bastante desequilibrada hacia el lado femenino y el confinamiento habría sobrecargado aún más su triple jornada laboral, una situación que ya reflejaba en los estudios de brecha de género el propio Instituto Canario de Igualdad.

Lo que no pensábamos es que, además, los hombres fueran tan optimistas y más de la mitad de los que respondieran la encuesta concluyeran que su hogar era corresponsable, a pesar de que en los resultados totales, en ninguna tarea, exceptuando la de arreglar desperfectos, alcanzaban esos niveles de compromiso.

Una percepción irreal y también contagiosa, ya que las mujeres, después de haber reconocido que asumían la gran parte de las tareas en soledad, consideraban que su hogar era corresponsable por el simple hecho de que sus parejas participaran haciendo tareas puntuales yendo a la compra, cocinando un día y cambiando pañales otro. 

Es decir, muchas mujeres, a pesar de que las respuestas visibilizaban que asumían la mayor parte del trabajo en exclusiva, sin la colaboración de ninguna otra persona adulta en convivencia, de que sus tiempos de dedicación a tareas de cuidados y limpieza habían aumentado y su tiempo de ocio y descanso se había reducido, lo entendían como normal y no eran conscientes de esa sobrecarga injusta.

“No somos conscientes de los cuidados hasta que faltan”

Los cuidados suelen ser 24 horas al día y todos los días del año, en ese trabajo además no dan vacaciones, ese dato solo lo sabe quien los asume por obligación (no hay otra persona adulta con quien pueda compartir esa responsabilidad) o por designación social (a estas alturas ya tenemos claro que esa elección suele tener una tendencia a asignar estas tareas al sexo femenino porque ya se sabe, que todas estas obligaciones, que forman parte de las emociones, a las mujeres se les dan mejor, la sociedad lo ha decidido así y las mujeres lo deben aceptar incluso con orgullo). 

Son muy absorbentes y agotadores, ya lo contamos en otro post en el que también mencionábamos la reflexión de la antropóloga Dolors Comas en la que apuntaba que el hecho de que las tareas de los cuidados siempre recayeran en las mujeres tenía consecuencias negativas.

Y efectivamente, los cuidados suelen ser invisibles, alguien los asume un día y el resto con frecuencia, se exime discretamente, se camufla con el color de la pared y pasito atrás, pasito atrás desaparece del campo de visión. A lo más, colabora en momentos puntuales, eso sí, con mucha algarabía, entusiasmo y pregonando su hazaña.

El informe de conclusiones de la encuesta realizada por el ICI apunta en este sentido:

“Una frase refleja a la perfección uno de los grandes problemas de los cuidados, que no somos conscientes de ellos hasta que faltan. Una mujer en pareja con menores a su cargo, trabajando durante el confinamiento, decía sobre la corresponsabilidad en su familia: Igual que antes. Ahora, por lo menos, me ven haciéndolo”.

La carga mental

Como se concluye en los resultados de la encuesta, uno de los asuntos más graves es la carga mental: “el trabajo oculto de planificación, organización, soporte emocional y logístico del grupo familiar” así lo reflejaba estupendamente una mujer en el espacio reservado en la encuesta para comentarios: “Yo siempre tengo la iniciativa, mi marido nunca”.

Después de analizar las 960 encuestas, (¡ah!, un dato antes de seguir, 813 fueron realizadas por mujeres, será que ¿a una gran parte de los hombres eso de corresponsabilidad les suena a cosas de mujeres? (Otra carga más para esa mente femenina) el informe muestra que:

  • El 41 % de esas 813 mujeres afirmaron realizar las tareas de organización del hogar a solas, frente a apenas un 26 % de hombres en la misma situación.
  • Casi el doble de mujeres (42,80%) que de hombres (22,44%) reconocieron encargarse a solas de la tarea de planificación de menús.
  • Un 31,97% de hombres delega en su totalidad en otras personas del hogar las tareas como limpiezas estacionales o limpieza de armarios, frente a un 8% de mujeres.
  • La tarea más delegada por las mujeres es el arreglo de desperfectos (44,15%) la más delegada por hombres es limpiar baños (38,77%).
  • En un 31,02 % de ocasiones, todo lo relacionado con tareas escolares, las mujeres lo hacen siempre sin ayuda, cifra que baja hasta el 8,69% en el caso de hombres.
  • En todos los ítems, los hombres con hijos o hijas han visto el tiempo de tareas del hogar menos afectado por el confinamiento que las mujeres.
  • Independientemente de tener o no tener hijos, los hombres se han visto menos afectados por el confinamiento que las mujeres. Sin embargo, cuando hay hijos, afecta de forma desproporcionada para las mujeres: un 12,53 % menos de mujeres que de hombres con hijos y sin ayuda externa ha dedicado a cuidados del hogar el mismo tiempo antes y después del confinamiento
Resultados de la Encuesta de Corresponsabilidad del Instituto Canario de Igualdad

No solo es preocupante el esfuerzo físico y el tiempo que conlleva realizar tareas de limpieza o atender a otras personas, que se borra directamente del saldo que se dedica al ocio, sino el gran espacio que ocupa en el cerebro y que, en este periodo de confinamiento, se ha tridimensionado muy peligrosamente para las mujeres, como concluía esta encuesta.

Corresponsabilidad son siete sílabas, ser corresponsable ocupa siete días a la semana. ¿Haces tu parte? 

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